De Runas se ha escrito mucho, pero no lo suficiente como para evitar la tendencia actual de considerarlas como un simple sistema adivinatorio en el que se asocia a cada figura un significado básicamente utilitario para obtener de ellos una superficial predicción del futuro. Por tal razón, antes de introducirnos en este tema tan complejo, como es el de las Runas Vikingas, es preciso tener en cuenta de que es casi imposible poder sintonizar con sus facultades si nos desconectamos de sus orígenes, de la tradición en la que fueron creadas y de las influencias de sus significados tanto en el sentido social como práctico y estratégico, pero sin duda el más importante es el sentido místico y trascendental.
Independientemente de su sistema de creencias, y que se han utilizado no solo para saber lo que va a suceder. sino para comprender nuestros destinos en función del "Hado", de las corrientes cósmicas en que nos movemos y de los efectos que nuestros merecimientos y nuestros actos pueden tener en el futuro.
El adivino de las Runas no puede limitarse únicamente a seguir una simple técnica, sino que debe sumergirse en una actitud shamánica, sintonizando de un modo muy personal con sus significados y poderes para entender que su acción no se reduce a un acto meramente físico, sino que es más bien una conexión con el entramado de energías que entretejen eso que llamamos realidad. Es necesario comprender que las runas se aplican a la adivinación sólo en una forma menor porque sus posibilidades van mucho más allá, convirtiéndose en verdaderos instrumentos de magia, capaces de mover energías y fuerzas tan poderosas que pueden producir cambios inimaginables tanto en nuestro mundo interior como en el exterior. Se despliegan sucesos y acontecimientos trascendentales en nuestra vida.
Además de la aplicación mágica de las 25 figuras, contando con la incorporación de la runa blanca, se utilizan como fuentes de meditación para sintonizar, a la manera shamánica, con estados de conciencia y realidades alternativas, que se hallan más allá de nuestro mundo objetivo habitual. Se convierten en esa llave maestra que abre las puertas a nuestra consciencia introduciéndola en los reinos del subconsciente hacia otras realidades que se interrelacionan con la nuestra. A este proceso de expansión de consciencia se le ha llamado "iluminación", en los círculos esotéricos. Queda claro que mientras más limitada sea nuestra concepción de lo que son las Runas y de sus aplicaciones trascendentales.
Cada runa tiene, por lo menos, un significado, porque las runas son más que sólo símbolos gráficos. También son símbolos en el mismo sentido en que los sueños o los poemas contienen símbolos, representan cosas, objetos y acciones, y muy especialmente, los valores del pueblo que vivió con ellas. Representan los valores primigenios del Cosmos.
Las runas pueden utilizarse en sanación y meditación, en magia y adivinación. Toda una vida puede llevar el aprender sobre ellas y a utilizarlas, y aún así su aprendizaje nunca termina. El uso más popular actualmente es la adivinación; "Tirar las Runas" - aunque ello representa sólo una parte de su poder.
Las runas pueden ser de mucha ayuda para consultar o para meditación. Para propósitos de adivinación, las runas son lanzadas o puestas al azar en un círculo dibujado sobre el suelo o una mesa. Las runas extraídas tienen alguna relación con la situación o pregunta formulada. Esta forma de adivinación es muy común, y su base está en el efecto que Carl Jung llamó sincronicidad y que los usuarios originales de las runas conocen con el nombre de Wyrd.
Las runas no deberían emplearse como un método simple de adivinar la fortuna puesto que el efecto de la propia voluntad también debe ser contemplado, ya que a pesar de mostrar el desarrollo de patrones futuros, el efecto de la propia voluntad influye y debe ser tomado en cuenta. Pueden ser mejor utilizadas en aquellas situaciones de necesidad de contacto con uno mismo, de consejos o quizá de puntos de vista más claros.
Fabio Ramirez (TRABAJO ESOTERICO)
Fabio Ramirez (TRABAJO ESOTERICO)
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